La Cultura merece la atención de la política municipal

29 de enero de 2007 | 362 lecturas

En muchas ocasiones los mandatarios de los gobiernos utilizan la cultura como propaganda electoral. La cultura requiere de una atención más allá de su utilización política.

No recuerdo bien quien decía que "la mejor política cultural es la que no existe". No comparto esta opinión expresada en términos radicales; yo creo que son necesarias políticas culturales que vayan encaminadas a promover la expresión y la participación de las personas a través de los canales culturales que existan y que se puedan poner en marcha. Y estoy frontalmente en contra de aquellas políticas culturales que tengan como objetivo servirse de la cultura como escaparate de alguien o de aquellos grupos que buscan un rédito electoral.

No puedo estar de acuerdo con promover actividades culturales aisladas y de carácter coyuntural, porque a pesar de que pueda tener un valor en si misma, ello no contribuye de forma clara al bienestar de la población en general. Pueden entretener de forma muy digna, puede incluso que se consiga efectos saludables para la formación de las personas, pero en el fondo servirá para cubrir expedientes de todo tipo. Cuando llegan los balances anuales salen a relucir tantas actividades, tantas sesiones de teatro y/o de cine, de música, etc. ¡Números! pero poca búsqueda de que la cultura sirva para la liberación personal y/o colectiva.

Yo creo que es posible una verdadera política cultural que haga brotar desde el fondo de lo más personal todas aquellas expresiones que permitan crecer a todos y todas como personas. Quiero recordar aquí una actividad que me resulta especialmente ilusionante en este camino por recorrer, me refiero a una magnífica interpretación que hicieron las mujeres del Centro de Adultos de nuestro pueblo allá por los últimos años 80, que me vino a la memoria cuando a final del mes de junio del pasado año presencié entusiasmado el trabajo del grupo de teatro municipal de personas adultas. Creo que ambos ejemplos van en la línea de lo que venía diciendo antes.

Me gustaría desde aquí invitar a todos y todas a que aporten otro tipo de experiencias culturales que estén en la misma línea,

Apuesto por una cultura libre y enriquecedora de las personas y creo firmemente que es posible hacer políticas culturales que la propicien.

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