Plaza de Abastos: marketing vacío o cómo vender humo

16 de enero de 2020 | 630 lecturas

Es sorprendente la capacidad del PSOE en general, y de este equipo de gobierno con Gabriel Santos a la cabeza, en particular, para hacer creer que están teniendo éxito, cuando la realidad es que, simplemente, lo están intentando o vendiendo es un fracaso directamente. La gestión con la obra de la Plaza de Abastos sería un buen ejemplo de ello.

El 12 de febrero Gabriel Santos (aún en la oposición) decía: “Hoy he denunciado el estado en el que se encuentran las obras… Llevan seis meses paradas…”
Durante la campaña electoral prometían “La plaza abierta en tres meses”.
El 28 de junio, siendo ya Alcalde, anunciaba que se reunía para “solucionar lo más rápido posible…”
El 2 de julio nueva reunión junto al delegado de urbanismo “en breve se volverá a retomar…”
El 15 de julio se publica anuncio en las redes sociales del Ayuntamiento con un nuevo “en breve se reanudarán...”
El 13 de enero, nuevo anuncio de Gabriel Santos “muy satisfecho por el avance de las obras…”

¿Cuál es el resumen real? Parece que están intentando abrir la Plaza (que es su responsabilidad, obviamente), pero que lo que han hecho en sus repetidos “tres meses”, es nada.
Vamos por el séptimo mes de intentos y sumando. ¿Cómo se vende? Pues diciendo frases como (palabras textuales) “qué bien está quedando”, “ya casi lo hemos logrado”, “en breve lo tendremos”... Frases vacías y difusas que hacen que quien no tiene la mínima capacidad de análisis y objetividad, o es simplemente un “estómago agradecido” que tiene que ejercer de “palmero” aplauda, celebre la “venta de humo”.

Entendemos que no siempre las cosas salen como se tenían planeadas. Si la empresa no cumple, el Ayuntamiento debe pedir responsabilidades, y se hizo. Desde el principio, el PSOE sabía de la "inviabilidad" de esos tres meses que anunciaban, porque conocían el informe técnico.

Desde IU le pedimos al Alcalde, a su equipo de gobierno y al partido que lo sustenta un poco de rigor y honestidad en los mensajes y promesas que hacen a la ciudadanía y respeto a la gente que les ha dado ese puesto. Que muestren su trabajo y los frutos del mismo y se abstengan de hacer promesas vacías o de culpar a otros de sus fracasos.